17.10.13

Ella. La soledad.

Qué irónico, te sientes algo solitario porque te gusta el silencio, el ruido de la nada, la tranquilidad del tiempo, el apoyo que te das tú mismo al pensar en silencio, el arte de no ser interrumpido, la ventaja de poder hacer las cosas a tu manera, la libertad que ello te proporciona. Y por eso piensas en tu mente: Me gusta ser algo solitario, me permite centrarme en mi mismo y no significa que sea insociable o retraído.

Pero al final te das cuenta de que cuando te falta algo importante, cuando no encuentras el apoyo habitual (que suele ser el suficiente lamentablemente), cuando varias personas o situaciones te fallan...la soledad se vuelve algo vacío, irascible, y lo ves desde otra perspectiva, lamentándote de otras ocasiones cuando eras partidario de ella. Te sientes pequeño y tan frágil como la lágrima que cae de tu rostro, cristalina, con un brillo especial, el mismo que representa todo el dolor que arrastra.


Todos nos sentimos solos muchas veces, sobre todo los solitarios, pero dejarme deciros que la soledad no es lo que creéis y por ello sufrís, es también una amiga que tiene todo el tiempo del mundo para concederte su ayuda, para que te relajes y reflexiones. En el fondo, la soledad es la compañera que permite encontrarnos a nosotros mismos.

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